viernes, 27 de julio de 2018

Bitácora Estelar. Groningen 2013


Ya estoy por aquí! Madrugón total, el avión despegó puntual a las 7:50 (aggghhh), dormí y desperté un poco antes de aterrizar en Amsterdam y así evité perderme a la pareja de venezolanos que tenía al lado persignándose repetidamente gracias a la pericia del piloto. Vaya aterrizaje. Lo de los venezolanos da para más de un relato. Él, con anillos gruesos de oro y un "chandar" (como decía padre) de la Universidad de Duke. Ella, con collar de perlas y perifollos. El grito llegó después de la quinta señal de la cruz que hacían a duo y con las manos cogidas. L'amour. Ahora que no sé si era por los bandazos del avión o porque anunciaban un grado centígrado en Schipol. Madre de dios qué frío. Nada más aterrizar, billete de tren y Starbucks. Después de ser incapaz de pronunciar Groningen al fulano del tren opto por lo seguro en el Starbucks: "quiero un Chai Tea Latte y me llamo Nick". Después de lo de Tuaxi en Granada ya voy siempre a lo seguro. El Chai Tea Latte llega en forma de Coffee Latte, lo que me hace pensar que ha sido un acierto re-bautizarme Nick, que estos están como para entender Iñaki. Claro, que moreno, cejijunto y carpetovetónico exigiendo un Chai Tea Latte cuando lo que tiene el dependiente en mano es un Coffee con Nick rotulado les confunde. Y mucho. Bueno, da igual, miradas sospechosas pero me dan el caldito y encima me cobran 1.10 Euros menos porque, todos sabemos, la hoja es más cara que el grano. Se han equivocado, y aun así, no lo reconocen. Cabezotas. La vida puede ser maravillosa (+1.10 EUR!).
Horas de tren apreciando el paisaje holandés. Su diversidad de fauna y flora, sus perfiles orográficos me conmueven. Llego y la conferencia ha empezado. Buenas noticias, menos es siempre más! Las viandas de la conferencias incluyen un boli que haría parecer a un BIC Naranja una Mont Blanc y un bolso-zurrón lamentable en el que echo en falta la cuña de queso, la navaja y el flautín para pasar las horas muertas. Son las 15:33 y todavía no han parado para comer. Las tripas me RuGen (chiste local*) y mucho me me temo que ya han comido: veo al chairman de la conferencia sacarse un paluego. Así están las cosas. En los 15 minutos que he estado escribiendo estas notas seguro que han dicho cosas maravillosas. Veremos lo que depara el mañana.... esto acaba el Viernes y promete. 
(*) RuG: Royal University of Groningen