lunes, 12 de enero de 2009

Reflexiones de un idiota II

"Winston Churchill - perro
Margaret Thatcher - pájaro
Madre Teresa de Calcuta - perro
Edgar Allan Poe - pájaro
George Washington - pájaro
Elisabeth Taylor - perro
Albert Einstein - perro
Virginia Woolf - pájaro
Evita - perro
Gandhi - perro"


Estas notas manuscritas se encontraron en el año 2009 en un cuaderno de papel cuadriculado con espiral en el despacho oval de la Casa Blanca, lugar ahora habilitado como carpa móvil del espectáculo "Buffalo Bill y Toro Sentado".

Reflexiones de un idiota I

"Más allá de su sexo, color de piel, o signo del zodiaco existen dos tipos de personas: aquellas que tienen cara de perro o de pájaro.

No es un rasgo concreto; una nariz, oreja o boca, no, es algo más sutil. Eso sí, siempre suscrito al rostro. Pues ya puede, por ejemplo, aquel con semblante canino tener un cuerpo enclenque, unas piernas consumidas como las de una garza desplumada del peor Zoo de Baltimore, que todos lo clasificaremos con unanimidad como un perro, atreviéndonos incluso a precisar su raza: yorkshire, bulldog, cocker o westie.

Elijan cualquier persona ilustre, aunque no haya hecho ningún mérito en su vida para simplificación tan cruel. Es igual, elijan uno, igual precisamente por ello, por reducir su virtud a un cuestión zoológica: Churchill perro, Katherine Hepburn pájaro, Torrebruno perro, Margaret Thatcher pájaro. ¿Está claro, no? Ya sea la respuesta perro o pájaro, pájaro o perro, es algo intrínseco que probablemente reside en el alma de cada uno de nosotros, y que, precisamente por ello, no es necesariamente ni malo ni bueno.

No hay criterio estético alguno al que obedezca esta clasificación, pues estoy seguro que ahora mismo han sido ustedes capaces de encontrar en las facciones de sus seres más allegados suntuosos pájaros junto con despreciables perros y viceversa.

El elemento revelador en el rostro de cualquier persona, ese que le hace valedor de su naturaleza de ave o can, es pues sin duda algo tenue aunque sobradamente certero y objetivo. Como las notas de un pentagrama, de la misma forma que no hay cuartos de fa ni mitades de sol uno, indefectiblemente, o es perro o es pájaro. Así por lo menos es cómo veo yo el mundo."

Discurso de George W. Bush, en el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin.
Washinton, El Centro del Mundo, 2009.